Vamos directo al grano: un sistema de aerotermia te permite climatizar tu hogar con energía renovable. Gracias a este sistema, mantienes una temperatura estable a lo largo del año, sea la estación que sea. De esta manera, evitas que tu gasto se dispare en los momentos más difíciles, como en una ola de frío o de calor.
(Algo que, por desgracia, es cada vez más frecuente en nuestro país…)
En este artículo nos hemos propuesto explicarte en mayor profundidad qué es y cómo funciona la aerotermia, ¡así que vamos a ello!
¿Qué es la aerotermia?
Básicamente, la aerotermia es una tecnología de climatización y producción de agua caliente sanitaria que se caracteriza por su eficiencia.
Para ello, aprovecha la energía térmica contenida en el aire para aumentar o bajar la temperatura en una habitación. Por tanto, es capaz de actuar como sistema de calefacción o refrigeración mediante el uso de una bomba de calor, sea de tipo aire-agua o aire-aire.
Como hemos dicho, estos sistemas destacan por su eficiencia, pero también por su sostenibilidad. Tan solo aprovechan la energía del aire exterior y no emiten contaminantes ni produce residuos. Además, al no utilizar combustibles fósiles, como ocurre con la calefacción convencional, contribuye a reducir las emisiones de CO2. Tampoco lanza otros gases de efecto invernadero, lo que la convierte en una alternativa respetuosa con el medio ambiente.
Como puedes ver, es una alternativa realmente ecológica.
¿Cómo funciona?
Este sistema de climatización que es la aerotermia es posible gracias a una bomba de calor, una pieza que se encarga de capturar la energía del aire.
Parece magia, pero no lo es.
Este es el proceso de funcionamiento:
- Extracción de energía térmica del aire: se lleva a cabo mediante un evaporador que absorbe la energía contenida en el aire exterior, incluso en temperaturas muy bajas. En el interior de la pieza es donde se produce el intercambio de calor mediante la evaporación de un líquido refrigerante.
- Compresión del refrigerante: una vez se ha evaporado este líquido, se comprime para elevar su temperatura y presión.
- Transferencia de calor al interior: el refrigerante comprimido se dirige hacia un condensador, donde cede su calor al agua o aire que circula en la vivienda. La energía térmica que se libera se utiliza para diferentes fines, como aumentar la temperatura.
- Recirculación del refrigerante: llegados a este punto, se encuentra en estado líquido y se dirige hacia una válvula de expansión. Ahí se reducirá su presión y temperatura para volver a evaporarlo, iniciando así un nuevo ciclo.
Este proceso se repite de manera constante mientras la bomba de calor esté activada. De este modo, aprovechas una energía ilimitada, barata y fácil de obtener. Además de todo ello, disfrutas de una alta eficiencia, sostenibilidad y de unos resultados muy satisfactorios.
Bueno, hasta aquí todo esto es muy bonito, pero…
¿Hasta qué punto es rentable la aerotermia?
La rentabilidad de la aerotermia depende de diversos factores, como el tamaño de la vivienda o el clima de la zona.
En general, esta tecnología se considera muy beneficiosa debido a su alta eficiencia energética. Asimismo, al emplearla, disminuyes tu consumo de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono, por lo que sales ganando tanto en lo económico como en materia de sostenibilidad.
Eso sí, la inversión inicial puede parecer alta, pero tampoco es un problema, ya que ofrece un retorno bastante rápido.
Al fin y al cabo, contribuye a que ahorres en tu factura eléctrica, en especial, si utilizas la aerotermia fotovoltaica. Asimismo, su implantación está sujeta a posibles incentivos y subvenciones públicas, lo que incrementa aún más su rentabilidad. No obstante, para que esto sea así, es indispensable que el desarrollo del proyecto esté asesorado y llevado a cabo por buenos profesionales. Parece obvio, pero no está mal recordarlo. 😉
¿Cuál es su mantenimiento?
El mantenimiento del sistema de aerotermia, incluso si incorpora suelo radiante, es muy sencillo y recomendable. Si lo llevas al día, aumentarás su vida útil y su eficiencia no se verá reducida. Para un buen mantenimiento, debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Limpieza regular de los filtros. El proceso tiene que ser metódico para evitar la acumulación de polvo y suciedad, algo que puede provocar fallos en el sistema.
- Inspección de la unidad exterior. Se deberá revisar periódicamente para detectar daños en las aletas, las tuberías y componentes eléctricos.
- Verificación de la carga de refrigerante. Hay que revisar los niveles, ya que es fundamental para mantener la eficacia de la instalación.
- Comprobación del sistema eléctrico. Presta atención a los contactores, los relés y los interruptores, siempre en busca de posibles fallos.
- Verificación de la presión y temperatura del sistema. Ambos parámetros son necesarios para detectar fugas de refrigerante o problemas en el circuito.
Además, procura que el trabajo lo lleve a cabo un técnico especializado, ya que dispone del conocimiento y experiencia precisa para determinar la existencia de cualquier problema. De hecho, este mantenimiento lo acostumbra a realizar la propia empresa instaladora.
También la empresa puede asesorarte a la hora de incluir mejoras o sobre las prácticas de uso más recomendadas. Por descontado, deberá seguir las indicaciones del fabricante para asegurar el correcto funcionamiento del sistema. En cualquier caso, lo aconsejable es realizar el mantenimiento anualmente o según las especificaciones del producto.
En definitiva, gracias a un sistema de aerotermia, conseguirás un ahorro significativo. Sus capacidades son sorprendentes, apenas genera ruido y se adapta a casi cualquier hogar. De este modo, disfrutarás de unas temperaturas estables durante todo un año y de facturas eléctricas reducidas.
Si estás buscando profesionales que te asesoren, en Doctor Energy® estamos a tu entera disposición… ¡Estaremos encantados de conocerte!